Las setas italianas, tanto cultivadas como silvestres, son un manjar de temporada que enriquece la cocina con sabores terrosos e intensos. Procedentes de los frondosos bosques y cultivos del Lacio y el Véneto, están disponibles de septiembre a junio, y ofrecen una variedad de sabores y texturas únicos. Entre las setas cultivadas, el Pleurotus, el Champignon, el Pioppini y el Portobello se prestan a numerosas preparaciones, desde carnes a la parrilla hasta sabrosas guarniciones.
Las setas silvestres, como los Porcini (Boletus Edulis), los Ovuli y los Gallinacci, son apreciadas por su inconfundible aroma y resultan perfectas para platos tradicionales como risottos, sopas y salsas. Estas setas convierten cada receta en una experiencia gastronómica rica y genuina, celebrando los sabores de la naturaleza italiana.